El primer año de la estrategia de Gobernanza Inclusiva: Preguntas y respuestas con Diakhoumba Gassama y David Sasaki
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En abril de 2022, la Fundación Hewlett lanzó su estrategia de Gobernanza Inclusiva, destinada a promover los esfuerzos de las poblaciones desatendidas, especialmente mujeres y jóvenes, para ejercer el poder a fin de que el gobierno responda mejor a sus necesidades. Nos sentamos con Diakhoumba Gassama, una de los oficiales de programa más nuevas del equipo, y David Sasaki, cuyo mandato de ocho años en la fundación finalizará este año, para analizar el progreso y los desafíos en la implementación de la nueva estrategia y su visión de lo que viene después.
Después de un año de trabajar en la implementación de la estrategia de Gobernanza Inclusiva de Hewlett, ¿qué es lo que más les ha entusiasmado?
Diakhoumba: Lo que más me ha entusiasmado ha sido aprender el arte y la ciencia del otorgamiento de subvenciones. El segundo lugar ha sido la creación conjunta de planes de implementación con las organizaciones socias, personas expertas en gobernanza inclusiva y consultores nacionales para adaptar la estrategia a los diversos contextos de los países. Y por último, pero no menos importante, analizar cómo potenciar las subvenciones existentes hacia enfoques de transparencia y rendición de cuentas más centrados en los derechos humanos, más participativos y más diversos.
David: Estoy muy entusiasmado por aprender más profundamente sobre la política y la historia de los países de enfoque para poder adaptar nuestra estrategia global a cada contexto nacional.
A lo largo de los últimos ocho años trabajando en esta agenda en la Fundación Hewlett, hemos reconocido la importancia de la historia y la política en la forma en que los gobiernos brindan servicios y protegen los derechos. Pero no fue hasta nuestra estrategia 2022-2026 que tomamos la difícil decisión de centrarnos en cuatro países prioritarios para responder mejor a las oportunidades y desafíos particulares en cada contexto nacional. Elegimos intencionalmente países con algunas similitudes políticas — por ejemplo, instituciones democráticas establecidas que enfrentan nuevas amenazas, una creciente polarización sociopolítica y elecciones políticamente competitivas — pero la forma en que se manifiestan esos desafíos y oportunidades depende del ciclo electoral y las coaliciones políticas de cada país.
La estrategia de Gobernanza Inclusiva busca aplicar una perspectiva de género y poder a todo el trabajo. ¿Qué han aprendido sobre este proceso? ¿Qué ha significado para el otorgamiento de subvenciones?
Diakhoumba: Este proceso requiere escuchar, desaprender, atreverse y “correr” efectivamente el camino de la filantropía abierta, participativa y basada en la confianza. Hemos estado aprendiendo de las organizaciones socias, especialmente en México, que ya estaban aplicando estas perspectivas. Y hemos aprendido que muchas otras en los campos de filantropía, justicia social y los movimientos feministas de todo el mundo están listas para asociarse y necesitan recursos para avanzar en la misma agenda.
David: Está la retórica y luego está la realidad. Activistas como Wangari Maathai en Kenia y Marta Lamas en México han enfatizado la importancia de aplicar una perspectiva de género y poder al menos desde la década de 1990. A pesar de esta retórica, los hombres mantenían la mayor parte del poder financiero y de toma de decisiones en el gobierno, la sociedad civil y los medios de comunicación. Y aunque los hombres todavía tienen más poder de decisión en la actualidad, las mujeres han logrado avances increíbles. Cuando participé en mi primera reunión con organizaciones socias de Hewlett en la Ciudad de México en 2010, más del 90 % de los directores ejecutivos de las organizaciones eran hombres. Una década después, más del 90% de las direcciones ejecutivas están ocupadas por mujeres. En México, la mitad de todos los escaños del Congreso ahora están ocupados por mujeres. Podemos celebrar los logros que las mujeres han logrado en el gobierno, la sociedad civil y los medios de comunicación al mismo tiempo que reconocemos que las mujeres todavía no tienen las mismas oportunidades o derechos legales que los hombres, según el último conjunto de datos de Mujeres, Negocios y Derecho (Women, Business and the Law dataset). Sin embargo, cuando se trata del otorgamiento de subvenciones, la estrategia de Gobernanza Inclusiva realmente se pone al día con nuestra práctica y el trabajo de las organizaciones socias. No puedo imaginar, por ejemplo, otorgar una subvención a una organización sin comprender cómo su trabajo enfrenta la discriminación sistémica contra las mujeres, y especialmente contra las mujeres de comunidades que sufren múltiples formas de discriminación. Imagino que la forma binaria en que describí el género anteriormente se verá muy obsoleta en unos años, si es que no lo está ya.
¿Dónde ha habido mayores avances y dónde están encontrando más desafíos en la implementación de la estrategia?
Diakhoumba: Me siento muy orgullosa de haber encontrado varias organizaciones socias en las geografías en las que nos enfocamos. Estos socios brindan mayores recursos, flexibles y a más largo plazo a organizaciones, movimientos y coaliciones que están cerca de problemas de gobernanza específicos y sus soluciones. También hemos otorgado subvenciones directas a organizaciones dirigidas o aliadas con poblaciones desatendidas, especialmente de mujeres y niñas en toda su diversidad que antes no podían acceder a esos fondos. Y al convertir las subvenciones con restricciones en subvenciones de apoyo general sin restricciones, creo que hemos construido alianzas más sólidas basadas en el respeto y la confianza. El mayor desafío es satisfacer el inmenso nivel de necesidades y demandas a las que nos enfrentamos con los limitados recursos financieros y humanos que tenemos a nuestra disposición.
David: Estoy contento con nuestro progreso en el cultivo de la comunidad y la coordinación entre las organizaciones de la sociedad civil en cada uno de los países prioritarios, incluida la coordinación entre las organizaciones nacionales y subnacionales. Creo que aún podemos mejorar la coordinación con nuestros colegas donantes, especialmente con la filantropía nacional y la responsabilidad social corporativa en cada país. Soy optimista en cuanto a que seguiremos avanzando, ya que estamos dando pasos concretos hacia una mejor coordinación.
Pensando en el campo de la Gobernanza Inclusiva, ¿qué es lo que esperan para los próximos años?
Diakhoumba: Espero ver activistas, organizaciones y movimientos que tengan los recursos necesarios para construir sociedades que sean justas, equitativas y libres de autoritarismo e injusticia. Espero un futuro donde el financiamiento sea liderado por las comunidades y basado en la equidad, el cuidado colectivo, el poder compartido, la rendición de cuentas, la adaptabilidad y el aprendizaje. Esto significa aplicar los principios de derechos humanos a nuestras prácticas de financiación y abordar de frente las causas de la exclusión en la gobernanza.
David: Hay al menos tantos nombres para este campo como donantes que lo financian: innovación pública, gobierno abierto, derechos democráticos, etc. Como queramos llamarlo, mi esperanza es que sigamos viendo el declive de “en representación de”. Durante años, las “organizaciones internacionales” hablaron en nombre de las “organizaciones nacionales”. Incluso hoy, vemos muchas “organizaciones nacionales” hablar en nombre de “organizaciones subnacionales”, que hablan en nombre de “organizaciones comunitarias”. Espero un futuro en el que todas las organizaciones sean comunitarias, nacionales e internacionales, y todas puedan hablar por sí mismas.
Ustedes se encuentran en etapas muy diferentes en su viaje como Oficiales de Programas en Hewlett. ¿Cómo describirían su tiempo en la fundación en una frase?
Diakhoumba: Desde que me uní a la filantropía hace dos años y especialmente desde que me mudé al Área de la Bahía hace un año con mi hijo pequeño, me siento bendecida y agradecida de poder aprender todos los días de todas las personas, de cada oportunidad y de cada desafío, con un sentido muy reconfortante y creciente de claridad, propósito y determinación.
David: Ja, llámame terrible en Twitter, pero no hay forma de que pueda representar los últimos ocho años en una oración. ¡Aprendí más de lo que jamás había imaginado posible cuando comencé y, sin embargo, me voy con más preguntas de las que tenía cuando comencé!